Es bien sabido que una de las obras más difíciles y arriesgadas para un arquitecto es la construcción de su propia casa. Así Francisco de Asis Cabrero se hizo dos, una al lado de la otra. Termina la primera en 1952 y comienza a construír la segunda en 1961. Y no es que la primera le dejase de gustar o se le hubiese quedado pequeña o grande, sino que más bien se debió a que quiso hacer una arquitectura distinta. Quería utilizar el hierro...